BAILES TRADICIONALES
v EL
CAN CAN
El can-can (significa “escandalo”) es un baile rápido y
vivaz de reputación escandalosa, cuyas principales características son los
movimientos provocativos, las patadas altas y el alzamiento y movimiento de las
faldas. Se originó en el siglo xlx en parís y fue inmortalizado en la opera de
offenboach Orfeo en los infiernos (1858).
Este baile, generalmente era ejecutado por bailarinas de
cabaret. toulouse-lautrec, que era cliente habitual, fue también autor de
varios carteles sobre el tema.
v EL
VALS (PERICÓN)
A finales del siglo XIX, en los cafés y bares era
donde se tocaban y bailaban géneros propios de la zona. Éstos eran bailes
normalmente grupales, como el bourrée, el más popular de entonces.
A principios del siglo XX, estos ritmos comenzaron a mezclarse con otros procedentes del jazz, diversificando el baile. Italianos y alemanes traen a estos locales el acordeón, con el que interpretarían numerosos valses y polcas, transformando buena parte del repertorio de estos bailes. Este vals basado en el acordeón, pronto comenzó a diferenciarse del típico vals vienés y a tener estilo propio.
A principios del siglo XX, estos ritmos comenzaron a mezclarse con otros procedentes del jazz, diversificando el baile. Italianos y alemanes traen a estos locales el acordeón, con el que interpretarían numerosos valses y polcas, transformando buena parte del repertorio de estos bailes. Este vals basado en el acordeón, pronto comenzó a diferenciarse del típico vals vienés y a tener estilo propio.
En 1945, el vals francés se convirtió en el estilo más popular de la danza en Francia y sus grandes estrellas, eran ampliamente conocidas en todo el país. Édith Piaf ha sido la cantante francesa que más ha contribuido a la difusión mundial de esta música. Esta música llegó a ser representativa de la ciudad de París. Su popularidad disminuyó drásticamente alrededor de 1960. El pericón es un baile muy castizo. Los bailarines solían añadir chulerías y adornos a su baile. Por ejemplo, el hombre podía bailar con las dos manos detrás de la espalda de su compañera, alrededor de la parte superior de las nalgas, o tener su mano izquierda en la espalda, o en el bolsillo. El hombre también podía poner su mano izquierda en su pecho, agarrando la mano derecha de la mujer, para acentuar aún más el abrazo.
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